Tiempo con Sam
Cuento latinoamericano
AUTORA: INGRID, ALUMNA DE SEGUNDO DE SECUNDARIA
22/04/2020
Clase de español
Ingrid
Cualquiera diría que el tiempo pasa muy rápido o a veces muy lento, tienes recuerdos de tu
pasado sin saber exactamente lo que sucederá en el futuro, la mayoría de las personas pueden
saber un poco de su futuro como sabiendo la consecuencia de su acto que ya cometieron, otros
simplemente no lo saben.
A veces las que las cosas buenas duran poco tiempo y las malas mucho tiempo, como esos
recuerdos malos y buenos que tenemos todos sobre algo o sobre alguien. Hay veces en las que me
gustaría regresar en el tiempo para poder cambiar esos recuerdos malos pero no importará cuanto
regrese porque sé que seguirán apareciendo.
Hace 10 años tuve un perro llamado Sam, era mi mejor amigo y el único que tenía, me hacía sentir
bien el malos momentos y siempre estuvo conmigo era mi compañero de vida siempre que llegaba
de la escuela salíamos al parque y pasábamos hay toda la tarde, Una mañana vi que Sam no estaba
en el departamento lo busque por todos lados pero no estaba, no podía organizar una búsqueda
ni nada por que la situación económica de mi familia era bastante baja y apenas mi madre tenía
para comer, cuando llego la tarde alcance a ver por la ventana un perro con pelaje blanco igual al
de Sam así que bajé como solo hay tres departamentos en un solo edificio bajé rápido y alcance a
ver que si era Sam, cuando me acerqué note que su pelaje blanco se había tornado de rojo, tenía
una herida en la pata trasera derecha apenas y podía caminar, lo cargué y lo recosté en mi cama
para que descansara quien sabe en donde había estado para tener una herida de esa gravedad.
A la mañana siguiente mi madre y yo lo llevamos al veterinario, yo salí del veterinario con la cara
llena de lágrimas ya que cuando llegamos Sam ya casi no respiraba, el veterinario lo reviso, dijo
que tenía todos los huesos de su pata rotos y se necesitaría una operación para salvarlo pero no
sabía si podía volver a utilizar su pata para volver a caminar, la operación era demasiado costosa
para mi madre ya que solo vivía con ella, mi padre se perdió en el tiempo, mi madre al ver que no
podría pagar la operación sugirió dormir a Sam pero yo no lo permitiría, todos los días después de
la escuela salía a vender algunos de mis dibujos para así ganar un poco de dinero y salvar a Sam
mientras él seguía en el veterinario y también me trabaje de ayudante en un puesto de tacos
hasta reunir lo suficiente.
Cuando conseguí todo lo que se necesitaba sin pensarlo dos veces fui a la veterinaria a pagar la
operación de Sam, en cuanto termino la operación le avise a mi madre que no se preocupara por
dormirlo porque ya había pagado yo la operación, después de 15 minutos me dejaron ver el
estado de Sam, el veterinario se acercó a mí y me dijo que todo estaría bien ya que salió muy bien
la operación.
Llegue a casa con Sam y estaba mi mamá con un señor un poco grande sentado enfrente ella
cuando llegue con Sam mi madre le dijo al señor-¿Este es el perro que buscaba?- en esos
momentos yo me sorprendí porque no sabía a lo que se refería mi madre-Ya veo si vale lo que voy
a pagar por el- dijo el hombre mientras sacaba su billetera-Le aseguro que es una raza pura-dijo mi
madre recibiendo el dinero, en ese momento el hombre me quito a Sam de mis brazos lo cargo y
se lo llevo.
Mi madre se veía muy feliz, yo no quería que se llevaran a Sam así que seguí a ese hombre hasta la
avenida que estaba cerca del departamento pero ya no podía más, no conocía esos rumbos y lo
más seguro era que me perdería, en ese momento comencé a llorar sabía que ya no volvería a ver
a Sam, yo creo que Sam me ha de ver escuchado por que comenzó a ladrar pero sospecho que el
hombre le pego porque después comenzó a chillar, Recuerdo que esa noche mi madre preparo
una gran cena pero yo no quise comer con ella, ella pasaba todo el día en el trabajo y nunca tenía
tiempo para mí, sí valoraba eso pero jamás se me quito el coraje por haber vendido a Sam que no
solo era un perro sino era mi mejor amigo, mi compañero de vida, alguien que siempre estaba
conmigo y jamás me dejaba sola.
Paso un mes y volví a ver a ese hombre con Sam, el hombre lo quería entrenar pero Sam no se
dejaba, en ese momento pensé en robarle a Sam y marcharnos lejos Sam y yo, no lo pensé dos
veces, cuando el hombre se distrajo le llame a Sam el sin duda reconoció mi voz y nos marchamos
de ese lugar, no supe más que se hizo de aquel hombre solo llegue al departamento agarre mis
cosas y me marche.
Tiempo más tarde comencé a pintar y vender mis pinturas y eso me ayudo a salir de la pobreza y
me dude con una compañera de la escuela en ese entonces ya tenía 16 años cinco años mas tarde
conseguir una casa con Sam a mi lado éramos felices después conseguí un empleo en una
cafetería y tuve más dinero así que decidí guardarlo.
Todo iba bastante bien hasta que Sam enfermo de cáncer, puse todo el dinero que tenía ahorrado
pero aun así no se salvó me despedí de lo mejor que tuve en la vida, visite a mi madre y ella me
recibió con los brazos abiertos le conté lo que paso, le di un poco de dinero para que viviera un
poco mejor y me marche, después tuve que conocer más personas y ahí fue cuando comencé a
hacer amigos pero nada me borraba el recuerdo de Sam , ahora tengo amigos, sí, pero ninguno
como Sam, a pesar de que era un perro como desearía regresar en el tiempo para disfrutar más y
más el tiempo que estaba conmigo.
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