Cuento
Latinoamericano
EL DOLOR DE LA GUERRA
Por Mario Daniel Hernández Fernández
Alumno de segundo de secundaria
“Yo solo quería ser una
persona normal” me lo decía a mí mismo desde que tenía unos diez años, mi padre era un soldado enviado a la guerra, con respecto a mi madre, desgraciadamente murió cuando tenía apenas dos años; yo no la recuerdo muy bien, mi padre decía que ella era la mejor y que le
hubiera gustado conocerme.
Pensaba que mi vida iba a ser
normal después de los sucesos trágicos que ocurrieron Durante la Segunda Guerra Mundial, sin embargo no fue así, el dolor continuo por un periodo de tiempo, mi padre tuvo que irse de la casa, él me prometió que volvería muy pronto, me quede solo en la casa sin que nadie me cuidara.
Los primeros meses no hubo problema me sentía bien, sin embargo, ante los sentimientos de tristeza y soledad mi cuerpo sucumbía poco a poco. luego de cuatro largos meses de su
desaparición no ha escrito cartas, ninguna llamada, ninguna información,
simplemente nada. He escuchado en las noticias que se está desarrollando una
guerra trágica entre los países de los Estados Unidos y Alemania. Ahora ya entiendo
lo que estaba pasando, mi padre que como dije en un principio era un soldado americano debía ir a
la guerra.
Siete meses más tuvieron que pasar desde que se
fue, ya casi no hay alimentos ni dinero para comprar nada ¿Qué pasara? ¿Dónde
estará? ¿Estará muerto? Me dolía mucho pensar en esa clase de cosas. Pensé
primero en huir, pero no tenía ningún familiar ni conocido cerca de la zona.
A la tragedia de mi soledad se sumo una más terrible. Mi casa y la mayoría de las casas de mi calle fueron bombardeadas; logré salir con
vida, sin saber a dónde ir, estoy desconcertado, no siento que estoy vivo, siento
que he muerto, lo único que pienso es en mi familia, en mis padres. ¡Quiero
estar con ellos!
Mis años de vida los he
pasado huérfano, sin historia; incluso casi sin recordar mi nombre. Lo único que
recuerdo vagamente es esa cadena de sucesos trágicos, siento que sigo ahí, sin ubicar dónde, con
ese dolor, el dolor de la guerra.
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